Conducir se ha convertido desde ya hace tiempo en una de nuestras actividades cotidianas principales. En el caso de que seas un conductor profesional esto es todavía más evidente. Por mucha destreza y experiencia que atesores al volante siempre existe riesgo de accidente. Cuando las condiciones meteorológicas son desfavorables este riesgo crece exponencialmente. Y tú, ¿tienes en cuenta las condiciones meteorológicas antes de conducir?

Lluvia

Dependiendo de las zonas por las que suelas conducir es posible que ya estés muy acostumbrado a conducir con lluvia. Entonces sabrás que la visibilidad se ve reducida. La carretera está resbaladiza. Te puedes encontrar con acumulaciones de agua. Son factores que debes tener en cuenta a la hora de conducir.
Reduce la velocidad de circulación cuando haya fuertes lluvias. De este modo estarás más preparado para reaccionar ante posibles imprevistos. Circula en marchas bajas para garantizar una mayor adherencia a la carretera. Asegúrate de utilizar correctamente las luces del vehículo. También debes dejar una distancia de seguridad mayor, ya que la distancia de frenado se incrementará.

Nieve o hielo

Cuando la nieve es escasa y no llega a acumularse en la carretera los riesgos y manera de conducir son similares a cuando hay lluvia. Sin embargo la cosa cambia cuando la nieve es intensa.
 
En ese caso deberás utilizar las cadenas. Será el modo de evitar quedarte encallado en la carretera. El hielo tiene como principal consecuencia provocar resbalones. Circula a baja velocidad y evitar si es posible pasar por encima de placas de hielo.

Niebla

La niebla sólo tiene efectos sobre la visión de la carretera. Aunque no es ni mucho menos poca cosa. Una niebla espesa puede incluso imposibilitar la circulación.
Para hacer frente a ella recuerda de utilizar los faros antiniebla. Será la manera de tener la visibilidad suficiente para conducir. Además te asegurarás de ser visto por el resto de conductores.

Vientos fuertes

El viento es otro de los factores que puede afectar a la seguridad en la conducción. Fuertes vientos pueden poner en peligro la estabilidad del vehículo, sobre todo cuando se trata de vehículos ligeros.
Pon especial atención a tu conducción en estos casos. Rectifica la dirección para evitar que el viento desplace el vehículo.

 
Con un sistema de gestión de flotas como el de Movertis, puedes monitorear de manera online los estilos de conducción de tus conductores, para asegurarte de que estén manejando de manera segura y eficiente, especialmente en condiciones meteorológicas adversas.