El desarrollo tecnológico no se detiene y está presente en casi todos los ámbitos de nuestra sociedad. También en el empresarial, y por supuesto en el sector logístico. Toda empresa que quiera ser competitiva debe asumir el reto tecnológico. En logística el avance que está arrasando con todo no es otro que la omnicanalidad.
¿Qué es la omnicanalidad?
Detrás de esta palabra un tanto extraña se esconde un concepto muy sencillo. Todos conocemos el comercio electrónico. Las compras que se realizan a través de Internet. Las empresas logísticas deben adaptarse a este nuevo modo de consumo.
Comprar por Internet implica otra manera de trabajar. El mercado actual exige ser capaz de dar respuesta a aquellos pedidos que llegan por la vía tradicional, pero también a los que llegan vía online. Esta capacidad de satisfacer ambos canales de venta es lo que se llama omnicanalidad.
Canal offline: el de “toda la vida”
Todos conocemos el canal tradicional. Es el que se viene practicando desde hace muchos años sin que se haya producido apenas cambios. Se trata de la venta directa, a través de comerciales.
El equipo comercial de la empresa se pone en contacto con el cliente potencial para propiciar la venta. Cuando se alcanza el acuerdo, el mismo comercial facilitará los datos para hacer el pedido. Este pedido se preparará en almacén y será enviado en el momento adecuado.
Según las condiciones pactadas entre comercial y cliente, o bien siguiendo la filosofía de ventas de la empresa, el pedido será facturado a la entrega o al cabo de un plazo determinado.
Canal online: la revolución
El comercio electrónico ha crecido exponencialmente a lo largo de los últimos años. Y todo parece indicar que este crecimiento no se detendrá. En el canal online el proceso de venta cambia sustancialmente.
Ya no hay un equipo comercial que se comunique personalmente con cada cliente. La venta es masiva a través de una plataforma digital. Se conseguirá captando la atención del cliente a través de Internet, sea con la página web, redes sociales, publicidad online…
El proceso en la cadena de suministro también varía. Los pedidos se generan automáticamente una vez se confirma la compra online. El pago se realiza por adelantado. Una vez se confirma, el pedido se empaqueta y se envía.
¿Por qué es necesaria hoy en día la omnicanalidad?
La respuesta es tan sencilla como evidente. La industria debe adaptarse a los nuevos compradores. Cada vez más el usuario busca, compara, elige y compra cómodamente desde su hogar.
Se trata de un comprador que suele buscar mucha información sobre un producto o una marca. Está más informado que nunca. Es muy exigente en la calidad tanto del producto como del servicio. Se ha acostumbrado a las entregas en 24 horas y ve con recelo plazos superiores.
La omnicanalidad no es una moda. Es el método que a día de hoy ya reina en el sector logístico. Y que no hará más que ganar en importancia en los próximos años.