Vivimos en un mundo globalizado en el que podemos consumir productos procedentes de cualquier parte del mundo. ¡Sí!, también alimentos de tipo perecedero.


Sin embargo, para poder consumir estos alimentos sin correr el riesgo de caer enfermos, es necesario que se mantengan a una temperatura estable durante todo el proceso. Es lo que se denomina la cadena de frío.

La importancia de la cadena de frío

Los alimentos como la carne, el pescado, la fruta, las verduras, los alimentos congelados o los procesados, es decir, comida ya elaborada y envasada, preparada para calentar y comer, necesitan de unas condiciones especiales para mantenerse en un estado óptimo.
Desde que el producto es recogido, capturado o procesado hasta que llega al consumidor final, estos alimentos tienen que estar siempre a la misma temperatura. En caso de romperse la cadena de frío, los alimentos corren el riesgo de estropearse, de pudrirse o aparecer bacterias o virus que pongan en grave riesgo la salud del consumidor.
Para que esto no suceda, es imprescindible que durante el transporte de esta mercancía se utilicen una serie de camiones especiales diseñados para este fin y tener en cuenta una serie de consejos. ¿Quieres saber más?

¿Qué camión utilizar para mantener la cadena de frío?

Quizá no lo sepas, pero existen diferentes tipos de camiones en función de la temperatura necesaria y de los alimentos a utilizar.
Estos vehículos están regulados por el ATP, un acuerdo internacional que debes conocer si te dedicas al transporte de mercancías perecederas. En él, además de regular los vehículos autorizados para este tipo de transporte, señala las temperaturas necesarias para cada tipo de alimento.

Tipos de camiones según el ATP

La normativa habla de cuatro tipos de vehículos:

  • Camión isotermo: este tipo de vehículos dispone de una caja especial con paredes aislantes, que mantiene la temperatura de la caja, impidiendo que el calor afecte a su contenido.
  • Camión frigorífico: en este caso, el vehículo se ayuda de una fuente de frío para mantener la caja a una determinada temperatura, que oscila entre los 7 y los -20 grados, en función del tipo de vehículo.
  • Camión refrigerante: este tipo de camiones dispone de un sistema de refrigeración capaz de mantener temperaturas que van desde los 12 grados a los 20 grados negativos, según el tipo de vehículo.
  • Camión calorífico: también existen camiones que mantienen el calor a una temperatura superior a doce grados.

Tips para mantener la cadena de frío

Como puedes observar, mantener la cadena de frío es esencial, no solo porque peligra la mercancía, también la salud del consumidor.
Para asegurarte de que ésta no se rompa en todo el proceso, te recomendamos que sigas los siguientes consejos:

  1. Selecciona el vehículo más adecuado para cada alimento. Como te acabamos de explicar, existe un camión concreto en función de la temperatura necesaria. Por ejemplo, no es lo mismo transportar productos congelados, que necesitan una temperatura de -18 grados, que carne fresca, que debe mantenerse a +6 grados. Es importante conocer bien las temperaturas a las que debe mantenerse  el alimento que transportas, para asegurar que el producto llega correctamente a su destino.
  2. Planifica tu ruta. Son pocas las empresas que le dan importancia a este acto, pero conocer y planificar el trayecto a recorrer te ayudará a evitar contratiempos e incidencias que puedan poner en riesgo los alimentos. Además, si convierte este gesto en una rutina, los viajes serán más seguros y menos costosos. ¡Te invitamos a realizar la prueba!
  3. Minimiza los tiempos de carga y descarga. En especial si tienes que realizar diferentes paradas en tu trayecto. En este sentido, es importante que no abras la puerta hasta que no vaya a comenzar la carga o descarga de la mercancía. Asegúrate  también de cerrar siempre la puerta para evitar cambios bruscos en la temperatura.
  4. Realiza controles rutinarios a tus vehículos. Mantener tus vehículos al día es una excelente manera de evitar posibles fallos que puedan poner en peligro la mercancía que transportas. Pasa las revisiones reglamentarias y realiza pruebas si crees que algo no va bien. ¡Recuerda! Es mejor prevenir que luego lamentar.
  5. Utiliza una plataforma de control de flotas. Este tipo de herramientas te ayudará no solo a gestionar mejor tus vehículos, también a organizar mejor el trabajo, planificar tus rutas y conocer la situación exacta de cada vehículo. Además, plataformas como la de Movertis, disponen de otras funcionalidades, como la gestión de sensores, que te ayudan a supervisar que la carga se mantiene a la temperatura deseada. Así podrás garantizar a tus clientes que la cadena de frío no se ha roto.

Con estos sencillos consejos no solo evitarás que la cadena de frío se rompa y los alimentos lleguen a su destino en perfectas condiciones, también conseguirás satisfacer a tus clientes.