Los 7 factores que más afectan el consumo de combustible en el transporte y cómo reducirlos

El consumo de combustible es uno de los principales costes operativos en las empresas de transporte. Representa entre el 30 % y el 40 % del total de los gastos de una flota, y un pequeño incremento puede impactar gravemente en la rentabilidad. Por eso, entender qué factores lo afectan y cómo controlarlos es clave para ahorrar.

En este artículo te explicamos los 7 elementos más influyentes en el consumo de combustible y qué puedes hacer para mejorar la eficiencia de tu flota sin comprometer el servicio.

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1. Estilo de conducción: el factor con mayor impacto

La forma en la que conduce un chófer puede suponer diferencias de consumo de hasta un 20 % entre conductores del mismo vehículo.

Malas prácticas como:

• Aceleraciones y frenadas bruscas
  
  
• Exceso de velocidad constante
  
  
• Uso excesivo del ralentí
  
  
• No aprovechar la inercia del vehículo
  
  

… generan un gasto extra directo, además de mayor desgaste mecánico y riesgo de accidentes.

✅ Cómo corregirlo

Implementa un sistema de análisis de estilos de conducción. Herramientas como Movertis permiten:

• Detectar comportamientos ineficientes
  
  
• Establecer rankings entre conductores
  
  
• Premiar buenas prácticas con incentivos

2. Tiempo en ralentí: consumo silencioso que suma

El ralentí es el tiempo que un motor permanece encendido mientras el vehículo está parado. En camiones de gran tonelaje, un ralentí prolongado puede suponer un consumo de hasta 3 litros por hora. Aquí puedes aprender a cómo calcular el consumo de ralentí de tu flota

Un solo camión puede consumir más de 1.500 € al año solo en ralentí innecesario.

✅ ¿Cómo reducirlo?

• Formar a los conductores para apagar el motor en paradas prolongadas.
  
  
• Monitorizar los tiempos de ralentí por vehículo y chófer.
  
  
• Establecer límites y alertas en tiempo real para corregir hábitos.
  
  

3. Presión y estado de los neumáticos

Circular con una presión incorrecta o neumáticos desgastados aumenta la resistencia a la rodadura, lo que incrementa el consumo hasta un 4 %.

Además, también:

• Disminuye la seguridad
  
  
• Aumenta el riesgo de reventón
  
  
• Acelera el desgaste de la suspensión
  
  

✅ ¿Qué hacer?

• Revisar semanalmente la presión de neumáticos.
  
  
• Usar sensores de presión conectados.
  
  
• Planificar el mantenimiento preventivo con recordatorios automáticos.
  
  

4. Carga y distribución del peso

Transportar más peso del necesario o distribuir mal la carga aumenta el esfuerzo del motor y el consumo de combustible.

Una mala distribución también puede afectar a la estabilidad del vehículo y reducir la vida útil de los neumáticos.

✅ Buenas prácticas:

• Evita sobrecargas innecesarias.
  
  
• Distribuye la carga de forma uniforme.
  
  
• Usa herramientas de gestión para optimizar el llenado de cada vehículo.
  
  

5. Rutas no optimizadas

Una ruta con más kilómetros, más cuestas o más tráfico implica más consumo. También lo hacen los rodeos innecesarios o las malas elecciones de puntos de repostaje.

✅ Solución: planificar rutas inteligentes

• Usa un planificador de rutas que considere tráfico, normativa y entregas.
  
  
• Reduce kilómetros improductivos y aprovecha cada trayecto.
  
  
• Establece puntos óptimos de carga de combustible con mejores precios.
  

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6. Estado del vehículo y mantenimiento

Filtros sucios, aceites degradados, inyectores desajustados… Todos estos factores afectan negativamente al consumo. Un motor mal mantenido puede consumir hasta un 10 % más.

✅ ¿Cómo prevenirlo?

• Programa mantenimientos preventivos basados en kilometraje o tiempo.
  
  
• Lleva un control digital de las revisiones.
  
  
• Actúa antes de que los fallos se conviertan en averías mayores.
  
  

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7. Uso de climatización y otros elementos auxiliares

El uso prolongado del aire acondicionado, la calefacción auxiliar o dispositivos eléctricos aumenta la demanda energética del vehículo.

✅ Consejos prácticos:

• Usar el aire acondicionado solo cuando sea necesario.
  
  
• Asegurarse de que las puertas estén bien cerradas para conservar temperatura.
  
  
• Informar al equipo sobre el impacto de estos sistemas en el gasto total.
  
  

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Conclusión: cada litro cuenta, cada dato también

Reducir el consumo de combustible no es una tarea puntual, sino una estrategia continua. Combinar tecnología, formación y seguimiento es la mejor forma de optimizar tu operación.

📉 Una mejora del 5 % en el consumo puede suponer miles de euros al año en una flota de tamaño medio.

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